“Los años me dieron experiencia, equilibrio, tranquilidad y poder de síntesis. Ahora digo lo que quiero con pocas palabras en mis letras y hago más directas las cosas en la música”.

La idea le corresponde a Rubén Goldín, que recibió ayer su cumpleaños número 62 en Salta, y que esta noche comenzará en Casa Managua tres días de estadía en Tucumán. El músico y referente de la trova rosarina (junto con Lalo de los Santos, Fito Páez, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio y Juan Carlos Baglietto, entre otros), autor de canciones emblemáticas del rock argentino y maestro de cantantes, ofrecerá tanto recitales como una clínica.

El artista sostiene que “cuando uno es más joven, investiga, prueba cosas y te atrapan las modas y las corrientes musicales; y cuando es más grande, se empiezan a tomar decisiones”. Una de ellas, que lo tiene muy entusiasmado según lo que le dice a LA GACETA, es la realización de su nuevo disco, “Girasoles”, nombre de una canción suya inspirada en la vida de Vincent van Gogh.

- ¿La trova tiene herederos?

- No, veo que las nuevas generaciones hacen una música distinta, lo cual está muy bien. Nos admiran y nos quieren mucho, pero hacen lo suyo, como la gran cantidad de músicos que hay en el país. Otra cosa es componer, que implica buscar un lenguaje propio. A nosotros nos mantiene vivo hacer canciones todo el tiempo, no se puede hacer el mismo repertorio durante años.

- ¿Cuándo sale “Girasoles”?

- En un par de meses, falta la mezcla solamente y estoy muy conforme. Es mi sexto disco solista y el productor es el argentino Willy Suchar, que tiene la productora Kamikaze Récords en Paraguay. Como trabaja con grandes músicos de Brasil, grabé con ellos. Ya los conocía, porque antes hicimos “Hermanos Irmaos”.

- ¿Sobre qué ritmos está armado el disco?

- Es folclore tradicional argentino, con “La tempranera”; “Bajo un sauce solo”; “Mi pequeño amor”, de Ramón Ayala); “Alma guaraní”; “Vidala para mi sombra” con Jorge Cumbo como invitado especial en quena y transformó el tema en una película de Akira Kurozawa, y “Deja un poco de luz al partir”, una composición no muy conocida de Víctor Heredia. Temas míos son dos: mi zamba “Las cosas que uno quiere” y “Girasoles”. También hay un tema en portugués y uno peruano de Javier Lazo. Es muy interesante lo que hicieron los músicos brasileños, porque ellos tocaron la zamba nuestra con un toque muy interesante, más tirado al lado del jazz. Está cargado de arreglos, con cuestiones minimalistas en algunos temas y en otros, orquestales.

- Se te vincula más con el rock...

- Vengo haciendo folclore desde hace tiempo, no es algo nuevo. Desde siempre me gustó y fue lo primero que aprendí a tocar a los seis. Sentía una deuda de hacer un disco así, y ahora concreto algo que desde hace tiempo deseaba. Mi disco anterior fue “Nadar” en 2012, con Aqua Récords.

- ¿Se va a poder escuchar algo de esta nueva producción en tus recitales en Tucumán?

- Claro que sí, aunque versionados para el vivo. En Casa Managua voy a poder tener el público cerca, y voy a estar con Johnny Pacifico y Marcos Rodriguez, y el domingo actuaré en una plaza en Tafí Viejo, con Rodríguez y Kike Yance, que están preparando los temas que quiero tocar.

- También vas a dictar una clínica de canto.

- Sí, va a ser en la sede del Ente Cultural. Lo importante va a ser la interacción con quienes vayan. Comienzo con una charla sobre cómo se canta, para lo cual se necesitan tres cosas: tomar aire, abrir la boca y sacar el sonido cantando. Después hay miles de detalles que hay que pulir y ajustar. Los que se animan, cantan, te preguntan, te piden consejos. También menciono cuestiones importantes de salud vocal, que te permiten llegar a mi edad y estar sanito para cantar dos horas seguidas y salir entero.

- Fuiste coach durante cuatro años en “Operación Triunfo”. ¿Cómo fue esa experiencia en televisión?

- Al principio estaba trabado y preocupado, no me soltaba, hablaba de una manera especial, hasta que me olvidé del micrófono y de las cámaras y daba clases como en mi escuela. No actuaba ni aparecía mucho. Había de todo: los que se la creían mucho y no tenían resto, a los que había que bajarles el copete; y los que tenían valores y eran tímidos, a quienes había que empujar. En el medio hay muchos matices. En esta profesión hay que laburar mucho; no me gusta cuando viene alguien y me dice que quiere ser famoso y tener éxito. Le respondo que hay que ponerse a trabajar y que lo que venga después será bienvenido.

- ¿El éxito es una consecuencia?

- No se lo debe buscar. Nos pasó con “Rosarinos”, que sacamos con Abonizio, De los Santos y Fandermole, y que fue Disco de Oro. Lo que hicimos fue poner canciones que nos gustaban, hicimos un show para 80 personas y nunca esperábamos su éxito. Bienvenido sea, pero uno no labura para éso. Uno canta para la gente y hay que respetarla.

- ¿Quién puede cantar?

- Cada uno canta con la voz que tiene. Hay que saber qué se tiene para dar para sentirse bien, sea mucho agudo y mucho grave o una octava de rango. Nunca hay que compararse con otro.

ACTÚA HOY

• A las 23 en Casa Managua (San Juan 1.015).